Un limpiafondos eléctrico funciona de manera independiente de la filtración y permite satisfacer todas las exigencias.
Un limpiafondos eléctrico funciona de manera independiente de la filtración y permite satisfacer todas las exigencias.
Para elegirlo correctamente, hay que tener en cuenta varios criterios: el tamaño de la piscina, la forma y, por supuesto, el revestimiento. Un limpiafondos adaptado para una piscina de gresite no funcionará de manera óptima en una piscina de liner y viceversa. Sin embargo, un modelo de tracción a las 4 ruedas sí que es apto para cualquier tipo de piscina.
Atención, si su piscina cuenta con una zona profunda o un «safety ledge» (escalón de seguridad alrededor de la piscina), conviene optar por un modelo de tracción a las 4 ruedas que, gracias a su agilidad, podrá superar fácilmente dichos obstáculos.
A diferencia de los limpiafondos a presión, los limpiafondos eléctricos presentan un filtro rígido y fácil de limpiar. Este tiene una gran capacidad para almacenar residuos (entre 3 y 5 l) y es accesible por la parte superior del aparato. Dependiendo del modelo, la finura de filtración va de 60 µ en el caso del modelo de doble filtración a 200 µ para los residuos más grandes.
La última tecnología en los limpiafondos Polaris
Fácil salida del agua: un potente chorro por la parte trasera del limpiafondos permite sacar el aparato con facilidad.
Giroscopio y sensores: todos los modelos de la gama W Line 6 están equipados con esta tecnología, que permite salvar todos los obstáculos y adaptar la limpieza a cada forma de piscina.
Swivel: Permite limitar los enredos del cable, haciéndolo pivotar sobre sí mismo.
Conectividad integrada: Todos los modelos W Line iQ se pueden controlar a distancia mediante la aplicación iAquaLink a través de un smartphone o un ordenador. Dependiendo del modelo, el usuario podrá seguir el progreso de la limpieza, programar el aparato durante 7 días, elegir entre 2 y 6 programas de limpieza (en función del aparato) y controlar la temperatura del agua.